En el marco protocolar la CGT intenta plasmar consenso de tesitura, pero en su división constante hay bloques que no se conforman con lo expresado. «Encienden una luz de alarma sobre la convivencia democrática y pacífica de nuestra comunidad, ejecutados por quienes -escudados en falsas promesas de modernización- presentan viejas recetas ya fracasadas como el despido arbitrario y masivo de trabajadores y trabajadoras, recortes de beneficios y jubilaciones en el sistema previsional», dice el comunicado.

La CGT habló de «planteos provocadores y retrógrados», que avizoran: «amenazas explícitas de violar derechos laborales y garantías constitucionales».

Sobre huellas históricas señalaron que la privatización del patrimonio público «sólo habilita grandes negociados de particulares enajenando las riquezas de nuestro país, y un desguace interesado del sistema de salud que sólo deterioraría las prestaciones y coberturas médicas». La CGT sostuvo que «no está dispuesta a dialogar con quienes promueven estas propuestas que colisionan frontalmente con nuestra férrea determinación de defender el trabajo como valor social esencial para el desarrollo y a las organizaciones sindicales como la principal herramienta de convivencia y crecimiento con equidad».

Se quedaron cortos

La central obrera tiene más que simetrías con las grietas del Frente de Todos. Allí se aprecia al Frente Sindical moyanista (Fresimona), que atraviesa cimbronazos en Camioneros con Pablo Moyano sobre el ring y hasta asimilando críticas públicas de su hermano Facundo. Como también a la Corriente Federal (CFT) tratando de afrontar el «no es no» de Cristina Fernández para una nueva candidatura. Empero, en ambos núcleos citados con incidencia kirchnerista, hay un común denominador respecto al pronunciamiento de la CGT: «Otra vez se quedaron cortos».

«No aluden a Horacio Rodríguez Larreta que sostiene el mismo proyecto ideológico que Bullrich, es la conducta pendular de la mesa chica y de una CGT que si tuviera un programa propio como en sus mejores tiempos, no necesitaría advertir sobre los riesgos del plan enemigo», sostienen.

Pero además, a la luz de que en la reciente paritaria ferroviaria gremio, empresas y Gobierno incorporaron una suma fija del 12%, reiteraron: «Hablemos también de los propios, a esta altura es incomprensible que este Gobierno no haya puesto énfasis en garantizar precios accesibles para los alimentos básicos de la canasta familiar».

 

Por Luis Autalan
Fuente: baenegocios.com