El debate, organizado por el Centro de Investigaciones Tucumán (CIT) de la Fundación Federalismo y Libertad y la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), reunió a los candidatos Pablo Yedlin, de Unión por la Patria; Mariano Campero, de Juntos por el Cambio; y al candidato de Milei. La polémica surgió durante las preguntas del público, cuando el periodista Marcelo Caferro, quien moderó el debate, planteó una pregunta sobre «derechos individuales» y mencionó a la comunidad LGTBQ+.

Fue entonces cuando Bussi, también hijo del ex gobernador tucumano, comparó la homosexualidad con personas discapacitadas, afirmando que «son personas, son seres humanos que merecen todo nuestro respeto, como los rengos, como los ciegos, como los sordos. Son pequeños sectores de la sociedad que tienen que ser reconocidos. Ahora, no sé por qué hay que darle un cargo público por ser travesti, si eso lo pagamos nosotros».

Además, expresó su opinión sobre porqué no deberían recibir cargos públicos por su identidad de género: «El que decide ser travesti que se la banque solo. No se le puede dar una cuota del Estado a alguien que pertenece a un grupo minoritario porque el Estado lo sostenemos todos», exclamó.

Por otro lado, el candidato se expresó sobre la dictadura militar, de la que su padre fue parte: «Claramente no hubo 30.000, eso está demostrado, hay 8500. Pero la desaparición de una persona es un hecho absolutamente lamentable, pero ocurre en todas las guerras y en Tucumán hubo una guerra. Murieron civiles, culpables e inocentes, murió gente de Montoneros y del Ejército», aseguró.
«Las guerras son así, lamentablemente. Lo que hay que evitar es la guerra, pero una vez desatada la guerra es matar o morir, de eso se trata. Estoy convencido de que acá hubo una guerra», insistió.
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