El Negroni se caracteriza por su esencia tan simple como contundente, con el Campari como corazón, equilibrado con el gin y el vermú: las tres reversiones más vendidas del mundo.
Si se trata de historia, los orígenes del Negroni son controvertidos y tienen que ver con el pedido de un conde ganadero italiano de incluir más alcohol en su aperitivo.
Camillo Negroni había regresado a su Florencia natal tras viajes por Estados Unidos, donde era un habitué del Americano, una sencilla mezcla de Campari, vermut dulce y soda. Pero él necesitaba más carácter en esa bebida. Entonces, allá por 1919, se acercó a la barra del Caffé Casoni y le pidió al camarero Fosco Scarselli que le añadiera ginebra.
La leyenda cuenta que Scarselli le dio su propio toque, sustituyendo la habitual guarnición de limón por naranja.
Negroni «Sin Fronteras», de Sebastián García. Foto: prensa Campari.
Negroni Brûlée, por Ludovico De Biaggi
Convierte al clásico Negroni en una fusión inesperada de sabores. «Nuestro Negroni aúna la pastelería y la coctelería, reflejando ese momento en el cual (a finales de los años 70) la barra ‘se hace amiga’ del salón y de la propuesta gastronómica… empezamos a trabajar en conjunto tomando técnicas y herramientas de uno y otro lado, y reversionándolas», explicó Ludovico.
Negroni Brûlée, de Ludovico De Biaggi. Foto: prensa Campari.
Infinito Negroni, por Flavia Arroyo
Su versión refleja frescura y audacia. «Infinito no tiene final, es un Negroni que permite encontrar mil maneras diferentes de consumirlo», señaló Flavia, que para su reversión utilizó la técnica de clarificado. «En este cóctel, los líquidos y sólidos se mezclan, saborizando al Campari y eliminando el color rojo a través de un filtro», detalló.
Infinito Negroni, de Flavia Arroyo. Foto: prensa Campari.
La representante argentina en Red Hands
Para el proyecto «Red Hands Premiere», Campari reunió a siete talentosos bartenders de diferentes rincones del mundo, con un objetivo claro: fusionar la magia de la mixología con la cinematografía, creando cócteles inspirados en géneros cinematográficos.
Entre los convocados estuvo Flavia Arroyo, quien creó el cóctel «El Viaje», inspirado en el género de las road movies. «Quise representar aquel viaje que hice cuando decidí ser bartender. Es una disciplina y un estilo de vida, y desde aquel día mi visión como bartender cambió, con ideas simples pero complejas a la vez», explicó la bartender a cargo de la barra de Casa Cavia, en diálogo con Filo.news.
Flavia Arroyo, bartender de Casa Cavia, creó el cóctel «El viaje» para participar de Red Hands. Foto: prensa Campari.
«El Viaje» cuenta con Campari, Wild Turkey clarificado con yogur, Frangelico, Agua tónica y polvo de maíz.
«Hay un antes y un después de este viaje. De verdad lloré y celebré por ser parte. Es difícil ponerlo en palabras, pero poder tener la oportunidad de representar a tu país en el mundo es algo hermoso. Sentí que el destino me había premiado para seguir aprendiendo. Tal vez muchas veces uno cree que este tipo de proyectos no van a llegar, pero reflexionando llegué a la siguiente conclusión: hay que apostar a uno, exigirse, desafiarse que todo llega», celebró Flavia sobre el desafío de participar de Red Hands, que presentará su corto en el Festival de Venecia.
Fuente: filo.news