Esta semana se generó una controversia acerca de la generación de cristal tras una entrevista realizada a María Julia Olivan en el sitio Infobae.

En un charla abierta y distendida, la temática viró cuando se habló de la búsqueda de los nuevos talentos, muchas veces obstaculizada por situaciones de la vida personal, que impiden el cumplimiento de las obligaciones.

Consultado por este medio, el licenciado Miguel Espeche M.N. 10199 señala que el rango de la tolerancia a la frustración ha cambiado en relación a generaciones anteriores. Eso tiene una arista muy positiva y otra muy negativa. La más positiva es que los más jóvenes, sobre todo los de clase media, tienen una tendencia a no aceptar tan fácilmente ciertas condiciones de trabajo, es verdad que muchas veces están amparados por sus padres y el entorno y se resignan a aspectos explotadores en un circuito muy circunscripto de la humanidad.

Aunque sigue habiendo trabajo esclavo, jóvenes que se levantan a las 5 de la mañana para realizar trabajos terribles, muy mal remunerados. Pero en el rango sociológico es un fenómeno, afirma el licenciado.

Quien iba a decir que una frase iba a generar tanta polémica: “Hay una generación de cristal a la que se le muere el gato y deja de trabajar”. En una extensa entrevista que le realizó Jorge Lanata a la periodista María Julia Oliván por Radio Mitre a partir de este tema, se refirió al compromiso de los jóvenes en la actualidad con el trabajo. Me resulta impresionante como puede ofenderse mucha genta con esto, indica la directora de Border Periodismo. Fueron terrible las críticas en Instagram, me insultaron más de 5000 personas, desde asociaciones protectoras de animales hasta cuestiones personales. Me agraviaron de todas las formas.

Hoy es un tema de conversación con gente que tiene un emprendimiento o que busca gente. Además, dice Oliván, que le sorprende la poca interpretación del mensaje.

Lo que sucede con la generación de cristal es increíble. En lo personal me han sucedido cosas de las más desopilantes. No puedo creer que hoy me puteen por el ejemplo del gato. A los cristalitos les tenemos miedo los de nuestra generación, concluye la periodista.

Por lo general la conocida generación Z queda engloba en esta supuesta fragilidad, que por diversos factores, suelen sufrir ante ciertos embates de la vida diaria. ¿Será un choque cultural? ¿Lo viejo frente a lo nuevo? ¿Son más débiles?

Por otra parte el licenciado en psicología Miguel Espeche, indica que muchas veces los padres consideran un pescado espantoso que los hijos sufran la mínima frustración y entonces los jóvenes se sienten acreedores de un estilo de vida en donde se considera una ofensa cualquier cosa que atente contra lo que ellos consideran lo que debe ser y la finitud y el dolor parece una tragedia, que en ocasiones lo es, pero si comparamos había mucha más resiliencia incluso, por momentos podría llamarse valentía por parte de generaciones anteriores frente a algunas circunstancias. Todo esto luego hay que verl en cada situación porque una generalización excesiva puede ser perjudicial y si bien da para una polémica mediática apetitosa, es un tema que en ocasiones puede ser serio. Una aclaración necesaria hacer es que no es una patología, sino que es un problema de la salud, no de la enfermedad, esto para quienes puedan ofenderse que también es una característica de la generación de cristal, una ofensa fácil, como si uno estuviese hablando con términos ásperos y fuese un desalmado, añadió.

han sido englobadas dos generaciones: los millennials y los centennials (también llamada generación Z). La metáfora es bastante clara y atribuye una supuesta fragilidad a aquellos jóvenes crecidos o nacidos entre tecnología del siglo XXI a la hora de enfrentarse a los embistes de la vida adulta. La fundación SM publicó hace unas semanas una radiografía de esta «generación de cristal» que trata de acotar el término. Porque más allá de esa supuesta falta de tolerancia ante la frustración y las críticas, ¿qué características concretas tienen estas personas?, ¿se basan en datos objetivos o son meras interpretaciones de generaciones anteriores? Que exista un choque generacional, que se confronte lo nuevo con lo viejo, no es nada nuevo en la historia de la humanidad, ¿son realmente más débiles?

Fuente: