Este 18 de febrero se vuelve a celebrar el Día Internacional del Síndrome de Asperger. Este trastorno sigue afectando a una gran cantidad de personas y por si todavía no conoces algunas de las peculiaridades o características que tiene, desde Marca te contamos todo lo relacionado con el asunto.
El síndrome de Asperger se celebra el 18 de febrero, debido a que tal día como hoy en 1906 nació Hans Asperger. Este médico y pediatra austriaco fue el primero en tratar los síntomas de este síndrome dejando constancia de ello en unas descripciones publicadas en 1944.
Lo curioso, es que el mismo Hans Asperger era un perfil o patrón muy parecido a lo que él había definido en un inicio como psicopatía autista: un niño solitario con poca capacidad para relacionarse con los demás centrado en lo que para él era una de sus pasiones, el poeta austríaco Franz Grillparzer.
Qué características tiene el síndrome de Asperger
Para localizar las cualidades que tenía un niño con este síndrome, Asperger reunió a cuatro chicos con un patrón de comportamiento muy parecido que incluía: «una falta de empatía, escasa habilidad para entablar amistad, conversaciones con uno mismo, fijación intensa hacia un determinado asunto, y movimientos extraños». El médico los denominó pequeños profesores.
Sin embargo, Asperger se dio cuenta que estos niños con psicopatía autista desarrollaban sus características de zona adulta, llegando incluso a tener carreras exitosas. Este es el caso de Elfriede Jelinek, una de sus pacientes que llegó a ser Premio Nobel de Literatura. En ese momento, ya se empezó a observar que el síndrome de Asperger no era tan excesivo como el autismo.
Según la Federación Española de Asperger, el síndrome de Asperger se define como «un trastorno severo del desarrollo, considerado como un trastorno neurobiológico en el cual existen desviaciones o anormalidades en los siguientes aspectos del desarrollo:
Conexiones y habilidades sociales
Uso del lenguaje con fines comunicativos
Características de comportamiento relacionados con rasgos repetitivos o perseverantes
Una limitada gama de intereses
Y en la mayoría de los casos, torpeza motora»
¿En qué se diferencian el síndrome de Asperger y el autismo?
Una persona con síndrome de Asperger y una persona con autismo presenta patrones muy parecidos, sin embargo, la diferencia radica en el grado de intensidad con el que los muestran. En el caso del trastorno del espectro autista (TEA), el individuo que lo parezca tendrá los rasgos más marcados: muchas complicaciones para entablar una conversación, realizan movimientos repetitivos y no muestran tanto interés por una temática tan específica, llegando incluso a colapsar emocionalmente.
No obstante, la principal distinción está en el diagnóstico. En el autismo, todas las alteraciones son muy evidentes en los tres primeros años de vida, mientras que en los niños con Asperger suelen evidenciarse en una edad más avanzada como la adolescencia. Además en este último caso, no existe evidencia de retraso cognitivo y pueden llegar a tener una capacidad intelectual por encima de lo normal.
El último estudio sobre el rango de población con Asperger se realizó en 2015 y estimó que este síndrome afecta a 37,2 millones de personas en todo el mundo, es decir, alrededor del 0,5% de la población. Además, se demostró quel trastorno del espectro autista se diagnostica con más frecuencia en varones que en mujeres, y las mujeres suelen ser diagnosticadas a una edad más tardía.
Por último, destacar que la Unidad de Neuropediatría de la Clínica Universidad de Navarra logró mejorar el método de diagnóstico del síndrome de Asperger a lo largo del último año y ahora es más sencillo dar con ello sin confundirlo con el autismo o a edades más tempranas. A continuación, os dejamos con una cita Ramón Cererols, el cual explica en su libro ‘Descubrir el Asperger’ la clave para tratar con una persona con este trastorno.
«Cada persona con Asperger, como cada persona neurotípica, es diferente. El grado y tipo de afectación varía, como también varían las circunstancias del entorno social y familiar, y la manera como cada cual responde y se adapta a estas afectaciones. El espectro de los trastornos generales del desarrollo es muy amplio y multidimensional, y las fronteras que separan un trastorno de otro, y todos juntos con la «normalidad», son borrosas. A veces resulta difícil saber si determinada característica es típica del trastorno, o específica de la persona… Pero al final la única manera de entender el Asperger es entender a la persona que hay detrás».
Fuente: marca.com