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«Las investigaciones de Claudia Goldin nos han dado una visión nueva y a menudo sorprendente del rol histórico y contemporáneo de las mujeres en el mercado de trabajo», explicó el jurado del Premio Nobel. Uno de los principales hallazgos de Goldin fue ordenar, corregir y reconstruir la serie de datos existentes sobre tasas de empleo de las mujeres en Estados Unidos. «Estas han sido, a menudo, incorrectas», aseguró la academia, «Por ejemplo, antes era habitual que en los censos y registros públicos a las mujeres se las designara «esposas» como ocupación, sin importan si tenían empleo, incluso remunerado», continuó.  Las correcciones de Goldin demostraron que, históricamente, la tasa de empleo de las mujeres casadas era casi tres veces superior a la registrada en los censos.
Con los datos ordenados, llegó la segunda evidencia: el crecimiento económico no es condición suficiente para mitigar la desigualdad de ingresos por género. «La participación histórica de la mujer en la población activa estadounidense podría describirse mediante una curva en forma de U entre los años 1800 y 2000», aseguran desde la Real Academia Sueca. Dado que el crecimiento económico fue constante a lo largo de este periodo – durante, por ejemplo, la Revolución Industrial-, la curva de Goldin demuestra que el crecimiento económico no significa una mejora en la desigualdad de ingresos.
Finalmente, Goldin fue pionera en introducir a la familia (el matrimonio y la maternidad) en el centro del análisis y protagonista de sus modelos explicativos. Una de las principales causas que la profesora de Harvard identificó como variable que mejoraró la participación de las mujeres en el mercado laboral fue la aparición de las pastillas anticonceptivas, que dieron la posibilidad de planificación familiar. Goldin descubrió que la pastilla hizo que las mujeres retrasaran el matrimonio y el parto, que demandan más tareas de cuidado y por lo tanto horas de trabajo no remuneradas que caen mayormente sobre las mujeres. Eso permitió que además puedan elegir carreras más largas – desde la década del 70, cada vez más mujeres empezaron a estudiar economía, derecho y medicina-.
En estos últimos años, la académica se dedicó a investigar otro fenómeno: la diferencia de ingresos entre mujeres y hombres que, en los países de renta alta, oscila entre el diez y el veinte por ciento, «a pesar de que muchos de estos países tienen legislación sobre igualdad salarial y las mujeres suelen tener más estudios que los hombres». Según los datos del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad nacional, en Argentina las mujeres ganaban 25 por ciento menos que los hombres en el primer trimestre de 2022.
¿A qué se debe esto? Goldin identifica una explicación clave: la paternidad que exacerba la cantidad de horas de trabajo no remuneradas. «Las diferencias iniciales de ingresos entre hombres y mujeres son pequeñas. Sin embargo, en cuanto llega el primer hijo, la tendencia cambia; los ingresos caen inmediatamente y no aumentan al mismo ritmo para las mujeres que tienen un hijo que para los hombres, aunque tengan la misma educación y profesión».

Javier Milei, el negacionista

El galardón fue particularmente festejado por las economistas feministas de Argentina. Es que uno de los candidatos presidenciales más competitivos, Javier Milei, niega sistemáticamente esta diferencia. «La realidad es que Milei hizo un comentario atendible, que es que después de hacer diez mil ecuaciones, podés llegar a la conclusión de que hay sectores en los que no hay brecha de género, o incluso en que las mujeres ganan más que los varones como en el sector de la construcción, pero lo cierto es que las brechas de ingresos, e incluso viendo las tasas de empleo, desempleo y precarización laboral las diferencias son abismales. Es un fenómenos que está estudiado y hoy, además, premiado con un Nobel de Economía», festeja en diálogo con PáginaI12 la Doctora en Economía y autora del libro Economía Feminista Mercedes D’Alessandro.
«Es un cachetazo a los que, sin ningún fundamento científico, quieren afirmar algo que el resto del mundo está comprobando. La brecha salarial es un hecho científico, político, y el cual todos los organismos internacionales ya se comprometieron a erradicar. La gente que tiene preferencias por Milei tiene que saber que está votando para salirse del mundo, no para entrar al mundo», complementa Lucía Cirmi Obón, subsecretaria de Políticas de Igualdad del Ministerio de Géneros.
El impacto que prevé Cirmi Obón si Javier Milei llegara efectivamente a ser presidente, «es mucho más fuerte del que pensamos, porque no es solamente una cuestión matemática, una discusión teórica, sino es la habilitación a la violencia hacia las mujeres en su vida diaria. No solamente el cierre de las áreas de género, con lo cual el Estado no ahorraría nada, porque solamente 20 centavos de cada 100 pesos que gasta el Estado nacional van al Ministerio de las Mujeres, sino que eso tendría un efecto cascada en las áreas de género del sector productivo, deportivo, sindical, en los municipios, en las provincias y en la vida diaria. En la vida diaria esas mujeres que están sufriendo violencia ahora van a estar rodeadas de varones habilitados para ejercerla», alerta.
Y agrega: «Él es además una persona que no quiere regular, no cree en regular los mercados. Entonces no va a ir a controlar que se cumpla el establecimiento de guarderías en los trabajos, que se cumplan las licencias, ni las va a reformar».

Premio Nobel

Con el Galardón, Claudia Goldin se convierte en la tercera mujer en obtener el Premio Nobel de Economía, que ya lleva 93 premiados. La primera fue la estadounidense Elinor Ostrom que, en 2009 recibió el premio por sus trabajos sobre la cooperación para mantener los bienes o recursos comunes, como las huertas y los ríos, y sus niveles de disponibilidad para el consumo y la producción, en 2009. “Su trabajo nos da la esperanza de que podamos tener un futuro más sostenible”, aseguraron desde la Academia.
En 2019 lo recibió la francoestadounidense Esther Duflo. La economista, quien fue asesora del expresidente de EE.UU. Barack Obama, obtuvo el galardón junto a otros dos investigadores: su esposo, el indio Abhijit Banerjee y el estadounidense Michael Kremer, por su «enfoque experimental para aliviar la pobreza global», señaló la Real Academia de las Ciencias de Suecia, entidad que entrega el premio desde 1969. Además de ser la segunda mujer en recibir el premio, se convirtió en la ganadora más joven, con apenas 47 años de edad.
Entre 1969 (primer año que se otorgó) y 2023, 93 personas obtuvieron el premio Nobel de Economía. Fueron 90 varones y 3 mujeres. «En el momento de ser galardonados, en promedio tenían 66,8 años de edad», aseguró en una entrevista un ex Nobel de Economía, Harry Max Markowitz. De los 92 premiados, 47 fallecieron.
«Además 54 de los 93 galardonados nacieron en Estados Unidos (57,6 por ciento del total) y 22 en otros países, pero migraron y desarrollaron su carrera profesional en dicho país (sumados, equivalen a 82,5 por ciento del total). Los 17 restantes nacieron tres en Inglaterra, 2 cada uno en Alemania, Francia, Noruega y Suecia, y uno cada uno en Escocia, Holanda, Chipre, India, Indias Occidentales y Rusia», aseguró Markowitz.
Natalí Risso
Por Natalí Risso
Fuente: pagina12.com.ar