Según los números ofrecidos por Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad, el valor de la canasta básica de los jubilados llegó a $313.185
Para llegar a este número, la metodología para hacer las mediciones es similar al del INDEC. Se hacen relevamientos en las ciudades de Córdoba, Mendoza, Rosario, Ciudad de Buenos Aires y conurbano bonaerense, ya que son los lugares donde más población añosa se encuentra.
Uno de los rubros que actualmente preocupa es el de vivienda.
Desde hace 15 años está incorporado en el relevamiento y forma parte de las variables de medición. Incluye alquiler, alquiler compartido, el mantenimiento del inmueble propio y destaca Semino: “existe un fenómeno que viene pasando desde hace un tiempo, que es la vida de los adultos mayores en pensiones”.
Este es un tema desconocido a nivel general.
El defensor de la Tercera Edad menciona que en los barrios aledaños a la zona donde se encuentra la defensoría, por ejemplo: San Telmo, Monserrat, Congreso; existen pensiones que antes eran hoteles que en algún momento no pudieron sostener sus habilitaciones para seguir operando como tales y se convirtieron en hospedajes donde hoy, el 90% de quienes habitan estas pensiones son personas jubiladas.
Los valores de una habitación doble con baño compartido oscilan entre $50.000 a $80.000.
“Algunos lugares son verdaderas pocilgas”, dice Somino.
Y avanza comentando sobre los números reales que hoy llegan a la cuenta de un jubilado: “Vamos a considerar la jubilación mínima más los bonos, la devolución del IVA y llegamos a $160.000. este número está muy distante de la cobertura de necesidades mínimas”.
Una realidad es que las jubilaciones y pensiones vienen aumentando, según la fórmula de movilidad, por debajo de la inflación.
Esto sucede porque la fórmula toma en cuenta la evolución de los salarios y la recaudación de impuestos que va a la Seguridad Social, sin tener en cuenta la suba de precios. Entonces la jubilación se encuentra con un atraso de tres meses.
El Gobierno está intentando paliar esta situación y cada vez con mayor frecuencia, viene otorgando bonos, pero solo a los jubilados y pensionados de haberes más bajos, dejando afuera al resto de los beneficiarios del sistema.
Los jubilados que realizaron aportes reciben todos los meses un haber de PAMI que lo liquida la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Hay un extra para muchos adultos mayores que busca alcanzar la canasta básica. Se trata del bono alimentario de $45.000 que se pagará en tres cuotas de $15.000.
En este sentido, PAMI informó que todos son los jubilados «incluidos de forma automática en el programa» y remarca que el beneficio alcanza a 3 millones de personas.
Además, se prevé una extensión del programa, dado el contexto inflacionario actual y la situación de los jubilados.
El único requisito para cobrar este adicional alimentario es percibir hasta una jubilación mínima y media, es decir un tope cercano a los $131.190 en octubre.
Por: Mariana Diaz Grangeat
Fuente: www.adnweb.com.ar