Las mujeres la queremos, las que somos de su generación y las que nos siguen también. A los hombres los deslumbra. Encanto, luz, energía y pasión; una estrella que ilumina los escenarios. Cercana, carismática y confiable. Y una separación que «revive su talento».
Las mujeres la queremos. A los hombres, los deslumbra.
«Hola Shakira, acá nosotras, las que te conocemos de siempre. Estamos un poco deseorientadas con todo esto que ha pasado en los últimos meses. No solo por la separación con tu ex, has actuado distinta, diferente. Queríamos decirte que te apoyamos y que estamos con vos, digas lo que digas, hagas lo que hagas»
¡Ups! Así comienza la carta de la representante de un club de fans de señoras cuarentonas, que ante el despiste de las nuevas letras de la cantante, decide escribirle en nombre de «todas», el apoyo incondicional. De mujeres hacia mujeres. LA CITA DE LA CARTA NO ES TEXTUAL. Es reproducción de los tantos y tantos mensajes, cartas, e-mails, recibidos en tono de apoyo incondicional a cualquier decisión de su vida personal que ella traslade a su música.
¿Pero es válido? ¿Debemos juzgar lo que hace o deja de hacer Shakira?
Acá, una mirada de lo que podría estar sucediendo.
La cantante, varias veces ha terminado relaciones amorosas y ha dedicado canciones de amor y despedidas a sus parejas; pero tal vez estamos de acuerdo, estas canciones van más allá de una despedida y el desamor. Estamos frente a una mujer despechada, en duelo, como cualquier hija de vecina a la que su pareja traicionó.
Esta nota tenía dos posibilidades. Hablar de la Shakira empoderada, que grita a cuatro vientos que las mujeres frente a un despecho, «las mujeres no ya no lloran, las mujeres facturan”.
También diciendo en una entrevista con un noticiero de Televisa: “usar mi voz, es prestarla a quienes no pueden hablar”, “estamos en un momento muy relevante de la sociedad y el apoyo que podamos recibir las unas de las otras es muy importante”. Con algunos de los muchos puntos que menciona en la entrevista y las letras de sus canciones, podríamos hacer un análisis desde las vertientes feministas como se ha venido debatiendo en varias organizaciones. Pero no voy a ir por ese lado. Voy a hablar de la Shakira mujer, esposa (o pareja) con 12 años de relación con un ex jugador de fútbol del Barça, con quien tuvo dos hijos, apostó por una familia y a la que, en sus narices, traicionaron.
Un psicólogo peruano, Manuel Saravia, (colegiatura es la N° 7011), dio una entrevista en latina.pe; él conoce de cerca “el caso Shakira”, y escuchándolo, me ayudó a entender algunas conductas con respecto a lo que estaría viviendo la colombiana.
Una mujer cuando se enfrenta con un engaño, cuando se entera que su pareja le es infiel, lo primero que va a tener, es una “crisis emocional”. Se juntan sentimientos encontrados; el dolor, la decepción, se va a enojar, va a sentir mucha impotencia, va a sentir ansiedad.
Shakira, sus niños y el sueño de la gran familia.
Este profesional le llama a esta primera etapa el “Síndrome de Steven Spielberg” porque la persona engañada comienza a construir películas en su mente en relación con lo sucedido.
No sabemos realmente como se enteró Shakira de la infidelidad de su pareja, pero los programas del corazón, como les llaman en España, sospechan que fue a través de las fotos que se publicaron de él con su nueva pareja y rumores que se venían colando de sus colaboradores más íntimos.
¡Qué fuerte! ¡La evidencia y las pruebas frente a ella, su familia, el país y el mundo!
Continúa el psicólogo: el siguiente paso es una disminución de todas estas reacciones, en algunos casos la persona se comienza a “autorregular”, pero también puede ser que comience con reacciones impulsivas. Algunas personas quieren saber “todo lo que pasó, cómo pasó, por qué pasó”. La cantante debe haber tenido a disposición muuuuuucha de esa información, no debe haber tenido tiempo de hacerse tantas preguntas, ya que los periodistas y la prensa se encargaron de brindarle todos los detalles.
Lo que sabemos es a través de los medios, es que Shakira rápidamente activó contacto con sus abogados para dejarle claro al papá de sus hijos, que volvería a vivir a Miami, con los niños, claro está. Comienzo del primer round. Que ha ganado por cierto, ya que en unos días se estaría mudando con sus niños y sus padres a USA.
La persona engañada, siente que el infiel “le debe”. Y pide y reclama. En algunos casos el infiel puede retroceder y contemplar la demanda de quién sufrió la infidelidad.
¿Qué podríamos considerar razonable en este punto de quiebre de la relación con respecto a la conducta de la mujer?
Lo que haría yo, vos, tal vez tu amiga, tu vecina; sería buscar con quien hablar. Desahogarse. Comenzar a procesar el dolor. Las mujeres, ni nadie, tienen por qué quedarse calladas. Saravia dice: “hay que expresar lo que se piensa, lo que se siente, el famoso “soltar” estas emociones negativas y también soltar a las personas, porque la vida continúa”.
¿Se olvida una infidelidad?
En realidad, no se habla de olvido, sí de perdón. Si se asume la responsabilidad del error, de lo que ha generado en la relación.
Y acá comienza Shakira su catarsis emocional. Además de hablar, canta. Y dice “No fue culpa tuya, ni tampoco mía, fue culpa de la monotonía”. “De repente ya no eras el mismo, me dejaste por tu narcisismo”. Porque podemos hacer un mea culpa, buscar razones, hacer un trabajo de introspección y decir ¿qué parte de esta situación me corresponde a mí? Y lo cierto, es que no siempre es un cincuenta y un cincuenta, por eso, a pesar de reconocer que la monotonía es un causal, menciona el narcicismo de su pareja. El infiel, en general, es una persona narcisista. Necesita ser mirado y admirado. El infiel “normaliza” la infidelidad, la minimiza, la naturaliza. Y Shakira lo sabe. Y comienza a enojarse mucho.
Desde la ruptura con el jugador, la colombiana ha grabado cuatro canciones. Cada una de ellas va representando las diferentes etapas por las que va transitando el duelo (y todavía está en proceso y falta mucho más). Si fuera bruja, diría ¡ojo Piqué, andate atento!
Hay dos canciones en el medio que no fueron muy “livianitas” con los mensajes; pero la última, ocasionó una gran revolución.
Muchas mujeres se sintieron identificadas, la felicitaron, aplaudieron, admiran el coraje de “cantar” sin “pelos en la lengua”. Y como dije antes, esta no es una mirada feminista sobre lo que hace y dice Shakira, acá no le estamos pidiendo “sororidad”.
Shakira junto a Piqué, una apuesta al amor.
Pero la pregunta es ¿cruzó el límite?
Hay temas que pueden ser hablados, tener un interlocutor que nos escuche, como dije antes, necesitamos decir para sanar.
Yo llamo a la reflexión y dejo abiertas estas preguntas. En su última canción una de las frases de la estrofa dice “A ti te quedé grande por eso estás, con una igualita que tú”. ¿Libre interpretación? Igualita de mentirosa, narcisista, infiel. ¿Será eso?
“Entendí que no es culpa mía que te critiquen, yo solo hago mi música, perdón que te sal-PIQUÉ!
Una de las cuestiones a las que hace referencia Saravia, es aL “cuidado” que hay que tener en las cosas que se dicen en una ruptura. “A veces en un momento de emoción muy fuerte, no somos conscientes de lo que decimos. Y esas palabras van a quedar grabadas. Cuando pasa el tiempo y las emociones se acomodan, podemos arrepentirnos; sobre todo «cuando hay una familia”.
Es un juego de palabras, es creatividad en estado puro, ¿por qué no aprovecharla? Te menciono porque me hiciste mal, me dolió, ahora te toca pasarlo mal a vos. Quedás expuesto en mi canción y para siempre. ¿Será esta una posibilidad?
Y la última que voy a tomar: “Tiene nombre de persona buena, CLARA-mente, no es como suena”. Hay mujeres a las que les han sido infieles que buscan a la actual pareja de su ex, hablan con ella, las llaman por teléfono, las insultan, las culpan, les advierten con la clase de persona están; en algunos casos tratan de que sean sus aliadas y les piden que traten bien a sus hijos.
No sabemos qué dediciones o acciones con respecto a este tema habrá tomado Shakira, lo que sí sabemos, es que expuso a la nueva pareja de su ex, frente al mundo. Volvió a jugar con su creatividad, con su inteligencia, con su arte y decidió que el golpe no solo era para él; ella también entraba en el ring.
No voy a hacer juicio de valor. Voy a terminar contándoles que el compositor fue el colombiano Keityn, un joven de 26 años cuyo talento es componer canciones. En una entrevista, para despejar toda duda, comentó: “son cosas que Shakira tenía adentro de sí y quería expresar en este tema marcado por el despecho y una nueva forma de ver la vida”. “Ella tenía un poco de cosas escritas que quería decir, yo simplemente la ayudé a rimar, a darle armonía a cada una de sus frases”. “La decisión y la idea que hace referencia a mencionar el nombre de la nueva pareja, es crédito de ella”.
El día 3 de febrero, Shakira sumaba 400 millones de reproducciones con Sessions #53 en Youtube y Spotify.
Excelente, muy interesante mirada.