La cantante es la nueva invitada de Caja Negra, el ciclo de entrevistas de Filo.News conducido por Julio Leiva.
La artista llegó al ciclo de entrevistas para repasar su vida, su carrera y proyectos. Desde chica creció con un altísimo grado de exposición que condicionó su infancia y juventud. Hoy, en Caja Negra: Candelaria Tinelli.
En varias oportunidades habló sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) que sufrió: «Viene muy de la mano de la perfección de las redes. Me parece que está bueno hablar de eso, como de salud mental. Todo lo que antes era tabú. Mi experiencia es una anorexia nerviosa y bulimia, es una enfermedad jodida. Es muy común y muy delicado. Yo sufrí anorexia porque un día decidí que me iba a empezar a controlar lo que comía y anotar y las calorías y esto. La gente que está alrededor se empieza a dar cuenta que comés media empanada, se te caen los pantalones. Socialmente te ponés medio emo, te quedás encerrado, te empezás a poner más oscuro. A mí se me había apagado la luz y ahí es cuando se empiezan a dar cuenta. Tuve caída de pelo, muchos temas de salud. Yo era insoportable. Una vez les pedí perdón a todos lo que los hice sufrir. Es una enfermedad silenciosa, muy chota. A veces dicen que es para llamar la atención, pero bueno, lo importante es que no empeore porque es una enfermedad que te puede llevar a la muerte».
Al respecto, remarcó la importancia de hablar de estos temas al igual que de salud mental: «Recomiendo mucho hacer terapia. A mí me ayudó mucho y me parece clave para el día de hoy. Podés contar cosas que capaz con tu familia o amigos no podés hablar. Yo tenía una red de contención que estaban todos conectados. Mi familia estaba en todo, mi equipo de médicos también. Te tienen que ayudar, solo no podés. Tenés que pedir ayuda o te tienen que ayudar. Eso es como que a mí me da impotencia que haya gente que lo padezca».
La cantante remarcó la importancia de la contención familiar: «Siento que mi mamá me ayudó mucho, le costó un poco más y una vez una psicóloga me dijo que la madre es como la boca de un cocodrilo que mete las crías y el rol del padre es poner un palito para que no se cierre. Ahí vino mi viejo y me dijo que si no me trataba me iba a internar o me ponía un acompañante terapéutico. Así que me empecé a tratar: ir a la nutricionista, psicóloga… Hasta el día de hoy tengo alguna que otra secuela. Es una enfermedad que se cura, pero te acompaña un buen tiempo. Es clave la contención familiar. Y pedir ayuda, eso es fundamental».
Durante su infancia y adolescencia tuvo una importante exposición mediática por ser hija de Marcelo Tinelli: «A mí me daba mucha fobia que digan mi apellido en el colegio o la facultad. Me daba vergüenza. Como si fuese algo malo. En este país te hacen sentir mal por estar en un lugar privilegiado por tu situación económica más que nada, y está mal».
«Yo nunca quería figurar mucho, me escondía, me daba vergüenza. Para mí el piso de Shomatch era ‘Miedo’. Me quedaba siempre en el camerino o en el control con mi hermana. Hemos hecho sketchs para el día del padre y hoy lo vemos con mi hermana y lloramos de risa. Íbamos cada tanto al estudio y hay un video (que está en Youtube) que mi viejo la corre a mi hermana que no quiere aparecer y ella corre y se mete en el baño. A partir de ahí dije: ‘No, y nunca más’… porque nunca sabés, tenés miedo porque sabés que va a venir en cualquier momento. Tuvimos varias situaciones», recordó sobre el éxito de la TV argentina y cómo lo vivió ella.
«La gente cree que soy mantenida, que todo es fácil para mí y que todo me lo soluciona mi viejo. No es así. Ya no tengo ganas de salir a aclararlo en las redes. Ya lo hice una vez porque estaba enojada y después digo: ‘No tengo ganas, es darle luz a algo que no me interesa’. Pero soy una persona normal, que lava los platos, levanto la caca de mis perros, pago mis cosas. Hace rato dejó de mantenerme mi papá, una lástima. Es la vida y está bien, se lo agradezco porque me sirvió mucho«, declaró a la gente que está convencida de que sigue viviendo de su padre.
Algo muy característico de Lelé, como todo sus seres queridos la llaman, son los tatuajes: «Para mí fue un proyecto, una decisión de que me quería tatuar todo el cuerpo. Después en terapia uno va viendo qué significa eso. Yo siempre fui muy tímida y quería pasar desapercibida. Me tatué todo el cuerpo como ocultándome. Siento que es mi vida, es una sola y mi piel se va a pudrir abajo de la tierra».
Además de los tatuajes, otro tema que le interesa son los animales: «Desde muy chica fui fan de los animales. Con mi mamá teníamos muchos animales en casa. Tipo, nueves gatos, seis perros. Mamá traía una nutria, pichones, pavos reales, había patos en la pileta. Era un zoológico. De chica decía que iba a ser veterinaria. Cuando terminé el colegio me metí a estudiar y estuve dos años. Fue bastante duro porque llegó un momento de la carrera que había que abrir perros en formol y eso no me lo banqué. No soy vegana. Fui vegana mucho tiempo, pero no me gusta rotularme porque después vienen los veganos a decirme algo… prefiero no meterme ningún rótulo porque después se ponen muy pesados. Y los entiendo, porque son cosas muy extremas. Yo no como animales. No es algo que me signifique un esfuerzo».
La relación con sus hermanos es muy buena y remarcó que es muy unida con su hermana Micaela: «Nos llevamos bien o nos matamos. De hecho ahora nos tenemos bloqueadas. Es amor-odio. Yo soy la que bloquea y la que cede después, porque no aguanto estar peleada, me parece una pérdida de tiempo».
«Siempre subía fotos medio hot a Instagram y mis amigas siempre me decían que me tenía que abrir un Onlyfans porque: ‘Me estaba regalando’. Empecé probando y me fue muy bien. No me parece grave ni le doy tanta importancia. Se gana una buena plata. Es un trabajo muy fácil, es plata fácil. O sea, no sé si está bien lo que estoy diciendo, pero bueno, soy muy sincera. No es pornografía«, explicó sobre su presencia en la aplicación de contenido.
La exposición durante su infancia no fue su elección y hoy elige qué quiere mostrar: «No me quiero meter en ese juego del Bailando. Es mucha exposición, es un tipo de exposición que yo hoy no elijo. O sea, quiero la exposición por la música o por lo que hago. Fui dos veces a LAM, creo que fui dos o tres y no… Esos días dije: ‘¿Qué hice?’. Me quería matar».
Si vamos a la caja negra de su vida, ¿cuál es el momento que la convierte en la persona que es hoy?: «Cuando saqué mi primera canción. Sobre todo por la letra que escribí y dije: ‘Soy yo'»
Hacia el final de la entrevista se abre la caja negra. Comienza un desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un clic en tu vida?
Fuente: filo.news