El dinero será destinado a campañas de concientización.
El Concejo Deliberante de la ciudad chubutense sancionó la norma que tiene por objetivo «erradicar el acoso callejero y dar una herramienta para poder denunciar en un lugar correspondiente».
“Esta ordenanza manda un mensaje a todos los vecinos y vecinas de que van a tener una herramienta legislativa que realmente les dé un amparo cuando estas situaciones se evidencian día a día. Cualquier piropo callejero es acoso y debe ser sancionado”, destacó la autora de la iniciativa, Carol Williams, edil del Frente Patriótico.
La ordenanza define al acoso callejero como un «acto o manifestación inmoral de índole sexual a través de palabras, alusiones y/o gestos que causen agravios a una o más personas sin su consentimiento».
También lo describe como «conducta inapropiada de naturaleza sexual que se manifiesta e impone contra una o varias personas (sin su consentimiento) mediante tocaciones, masturbación pública, exhibicionismo, seguimiento, persecución y arrinconamiento (a pie o en cualquier vehículo), miradas lascivas, piropos, silbidos, besos, bocinazos, jadeos y ruidos, gestos obscenos, comentarios directos o indirectos al cuerpo, fotografías, grabaciones y/o cualquier acto similar que falte el respeto y vulnere la libre circulación, seguridad, dignidad e integridad de las personas que se desenvuelven en las calles y lugares públicos de nuestra ciudad».
Este tipo de situaciones, describió Williams en la propuesta que fue aprobada este miércoles, “fueron incrementándose con el correr de los años, incluso llegaron a la violencia física por parte de un acosador serial en su momento”. Y advirtió, sobre las principales víctimas de esta problemática: “No solo las mujeres sufren acoso, sino también niñas muy pequeñas, porque este problema comienza a muy temprana edad y las estadísticas lo reflejan desde los 9 y 10 años».
El objetivo de la ordenanza, ante ese escenario, es «erradicar el acoso callejero y dar una herramienta para poder denunciar en un lugar correspondiente«.
«El área de Género va a trabajar en conjunto para llevar adelante este tipo de denuncias y hay un artículo que resalta que todas las multas van a ser destinadas al área de Género y Diversidad, para financiar campañas de concientización”, detalló Williams.
En 2019, en Argentina se sancionó una ley que incorpora el acoso callejero como un modo de violencia de género, además de introducir su definición en la Ley 26.485, conocida como Ley de Protección Integral a las Mujeres. Fue una iniciativa de la entonces diputada del Frente para la Victoria Diana Conti, que logró la media sanción en la Cámara Baja en septiembre de 2017, luego de un fuerte movimiento del colectivo feminista para denunciar este tipo de violencia.
Fuente: Página 12