El CEO de TikTok, Shou Zi Chew, testificó ante el Congreso el jueves como parte de la batalla en curso entre Estados Unidos y China.
TikTok tiene 150 millones de usuarios estadounidenses y se enfrenta a afirmaciones de que representa una amenaza para la seguridad nacional y la privacidad del usuario. TikTok también se ha enfrentado a afirmaciones de que podría usarse para promover propaganda e información errónea a favor de Beijing. Chew intentó persuadir a los legisladores para que no prohibieran la aplicación ni forzaran su venta a nuevos propietarios.
Los funcionarios temen que TikTok, que recopila grandes cantidades de datos sobre sus usuarios, se vea obligada a compartir datos de usuarios con el gobierno autoritario de China, que bajo una ley de 2017 que obliga a las empresas a entregar cualquier dato personal relevante para la seguridad nacional.
Las preocupaciones aumentaron cuando ByteDance, la empresa matriz de TikTok, despidió a cuatro empleados, que accedieron a datos sobre periodistas de Buzzfeed News y The Financial Times.
Al intentar rastrear la fuente de un informe filtrado sobre la empresa.
Las autoridades de América del Norte, Europa y Asia-Pacífico ya prohibieron la aplicación en los teléfonos o dispositivos emitidos por el gobierno que se utilizan para asuntos oficiales, citando preocupaciones de ciberseguridad.
La Casa Blanca ordenó a las agencias federales de EE. UU. que eliminen TikTok de todos los dispositivos móviles emitidos por el gobierno, y el Congreso, las fuerzas armadas de EE. UU. y más de la mitad de los estados de EE. UU. ya prohibieron la aplicación.
TikTok ha tratado de presentar a ByteDance como una empresa global, no china, y ha destacado las medidas que ha tomado para proteger los datos de los usuarios.
Sin embargo, algunos dicen que existen razones legítimas para preocuparse por los riesgos de seguridad de la aplicación.
No está claro si EE. UU. prohibirá la aplicación o forzará su venta a nuevos propietarios, ambas opciones podrían enfrentar desafíos legales.