En entrevista Belén Arcucci, coordinadora de la Red Regional por la Educación Inclusiva de Latinoamérica (RREI), hace referencia a la importancia de la educación inclusiva recordando los compromisos de los Estados en relación a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
La Red Regional por la Educación Inclusiva de Latinoamérica (RREI) se ha integrado a la CLADE en su reciente XII Asamblea Regional CLADE: Por el derecho a la educación pública: cuidado, transformación y justicia social. La RREI es una coalición con presencia en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay y Honduras, integrada por diversas organizaciones y familias que trabajan por el derecho de las personas con discapacidad a recibir educación inclusiva en una escuela para todas y todos.
La creación de la red en 2015 se acordó “con el fin de incidir políticamente a nivel nacional, regional e internacional para que los Estados garanticen el derecho de todas las personas a una educación inclusiva. Además, nos propusimos realizar acciones coordinadas para que toda la sociedad y el colectivo de personas con discapacidad, familias y aliados contribuyan al logro de este objetivo”, señalan en su presentación institucional.
Belén Arcucci, coordinadora del Programa de derechos de las personas con discapacidad de la Asociación civil por la igualdad y la justicia (ACIJ) y coordinadora de la Red Regional por la Educación Inclusiva de Latinoamérica (RREI) dialogó con la CLADE y llamó la atención sobre la situación de las personas con discapacidad que “constituyen uno de los grupos más excluidos de las instituciones educativas, y solo será posible remediar esta situación mediante el establecimiento de una educación para todas y todos, brindada en escuelas y aulas regulares inclusivas, capaces de enseñar a todos y cada uno los niños y niñas, en condiciones de dignidad, calidad y equidad”.
Lee y escuche, a continuación, la entrevista completa:
1.- ¿Cuáles son los objetivos y cuáles logros ha cosechado la RREI durante su trayectoria?
Belén Arcucci.- La Red Regional por la Educación Inclusiva de Latinoamérica es una coalición de organizaciones de personas con discapacidad, familias y [organizaciones] de derechos humanos de distintos países de la región, que tiene como objetivo central hacer realidad el derecho a la educación inclusiva para todas las personas en los países de nuestra región, especialmente para las personas con discapacidad, porque consideramos que son de los colectivos que se ven más vulnerables en su derecho a una educación en las escuelas comunes, esto en los términos del artículo 24 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Este objetivo de la red aspira incidir para que en los países de nuestra región este derecho [a la educación] sea para todas las personas y especialmente para las personas con discapacidad, lo cual nos hemos propuesto a través de distintas estrategias, como la incidencia en las políticas públicas y en las prácticas docentes a través de las capacitaciones y la formación docente, entre otras.
Como RREI sumamos desde el 2015, esfuerzos, trayectorias y experiencias de las organizaciones que la integran, mostrando la vigencia de la agenda de la educación inclusiva, así como la creciente incidencia en espacios de decisión, en eventos internacionales y regionales procurando instalar el tema, con una rica producción de documentos, informes y materiales para la formación sobre el derecho de educación inclusiva.
En cuanto a la formación, la RREI realizó un Curso Regional sobre Educación Inclusiva con más de cuatro mil inscripciones, también Congreso Regional por la Educación Inclusiva, con más de seis mil inscripciones, lo cual demuestra el creciente interés en profundizar la mirada, la agenda y las propuestas de inclusión en todos los ámbitos educativos.
2.- ¿Qué desafíos tiene el derecho a la educación para una inclusión integral?
Belén Arcucci.- Los desafíos para alcanzar realmente una educación inclusiva para todas las personas y ver garantizado este derecho en nuestra región son muchos.
El primer gran desafío pasa por las barreras culturales y actitudinales que siguen muy presentes en toda la sociedad y especialmente en todos los actores del sistema educativo que provienen de paradigmas anteriores al modelo social de la discapacidad. Este paradigma cree que el colectivo de personas con discapacidad debe contar con una educación segregada en otros espacios.
Continúa el desafío ligado a las políticas públicas de los sistemas educativos que debe procurar su transformación, lo que en muchos casos se limita por la falta de voluntad política y de recursos. Necesitamos contar con sistemas educativos de escuelas comunes, y no de segregación en escuelas especiales.
Cuando hablamos de un sistema capacitista en la educación nos referimos a un sistema que considera la adecuación hacia un determinado tipo de estudiante que son considerados en la normalidad. Es importante revisar este criterio que asume la educación dirigida a determinadas personas que entran en un parámetro de normalidad y que no considera la diversidad, especialmente a las personas con discapacidad como sujetos de aprendizaje.
Es necesario proveer apoyos de calidad en el sistema educativo común para todas las personas que lo necesiten, comprometerse con los ajustes que eliminen todas las barreras y discriminaciones que enfrentan las personas con discapacidad, lo que a su vez implica modificar las prácticas en el aula. El personal docente debe cambiar la mirada hacia una apertura del aprendizaje con esta perspectiva.
3.- ¿Qué elementos de inclusión se subrayan en las demandas educativas a los Estados de la región?
Belén Arcucci.- Lo que demandamos [como RREI] a los Estados de la región es que cumplan con sus compromisos internacionales, considerando que firmaron la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y otros instrumentos internacionales de derechos humanos, donde queda claro que el derecho a la educación es el derecho a la educación inclusiva, porque es la única forma de garantizarla.
La no discriminación en la educación es el primer paso en la transformación de los sistemas educativos que hoy todavía tienen una modalidad segregada. Lo que hoy son las escuelas especiales deben dar paso a las escuelas comunes e integradas. Los centros pueden transformarse en centros de recursos y apoyo para la inclusión.
En la transformación inclusiva de la educación debe considerarse el apoyo del equipo humano, y los ajustes que se contemplan en la convención, entre ellos la accesibilidad de todos los establecimientos con diseño universal. La accesibilidad también asume la superación de barreras comunicacionales, con la adecuada y oportuna formación docente.
En definitiva urge una transformación integral de los sistemas educativos y de la mirada que supere la educación capacitista bajo paradigmas de normalización de todas las y los estudiantes a sistemas que realmente reconozcan y valoren la diversidad desde el aula.
Por: Por: María Cianci Bastidas / Revisión: Thais Iervolino y Carolina Osorio
Fuente: https://redclade.org/