Por la guerra de Israel y Hamas, miles de palestinos buscan irse de la Franja de Gaza. Egipto no quiere abrir un corredor humanitario, pero el tiempo se acaba.
Los palestinos que están en la Franja de Gaza saben que es inminente un ataque terrestre de Israel. En donde viven ya no hay suministro de agua, gas o electricidad, porque Israel se los cortó. Además, ya fueron avisados: deben abandonar Gaza, porque Israel destruirá todo. Y aunque la mayoría tiene la intención de abandonar el lugar, se encuentra frente a un problema aún mayor: no tienen a dónde ir.
Hay más de dos millones de personas viviendo actualmente en la Franja de Gaza, una pequeña porción de tierra de apenas 41 kilómetros de largo y 12 de ancho. Muchos de ellos se quieren ir, pero encuentran un doble problema: Egipto, por ahora, no habilita un corredor humanitario para los refugiados; y funcionarios de Hamás dijeron en los últimos días que el grupo se muestra reacio a permitir una evacuación de Gaza, argumentando que podría significar el exilio permanente para los palestinos que se vayan.
«Abrir un paso seguro para obligar a nuestro pueblo a abandonar su patria y sufrir una muerte permanente no es algo que nuestro pueblo y nuestra resistencia aceptarán«, aseguró Mahmoud Mirdawi, funcionario del buró político de Hamás.
Un corredor humanitario en Egipto
Egipto es el único país, además de Israel, que comparte frontera con la Franja de Gaza, por lo que todas las miradas apuntan a un corredor humanitario en su dirección. El país árabe teme que se produzca un gran desplazamiento de personas hacia su territorio si la situación sigue agravándose o si se lanza una invasión terrestre israelí.
El temor no es nuevo: hace ya varios años que Egipto mira con terror a la situación en Gaza, porque sabe que el paso fronterizo de Rafah es un lugar clave para los palestinos que quieran escaparse. El mayor miedo es, en realidad, que militares y terroristas se unan a los civiles que cruzan a Egipto y creen problemas de seguridad para Egipto y argumentando que un éxodo podría amenazar la integridad del territorio palestino.
Según informaron medios y organizaciones locales y la oficina de la ONU para la coordinación de asuntos humanitarios (OCHA), el paso de Rafah permanece cerrado de forma indefinida para la circulación de personas y mercancías desde el martes. Ese día, el lado palestino del cruce fue bombardeado por el ejército israelí tres veces en menos de 24 horas. El lunes, el paso permaneció abierto a la circulación de personas y 800 lograron salir de Gaza y otras 500 pudieron entrar a la Franja, dijo la OCHA.
Mientras tanto, las autoridades egipcias negocian con Estados Unidos e Israel. «Estamos trabajando estrechamente con Egipto e Israel para ver si podemos desarrollar opciones de paso seguro para que aquellos civiles en Gaza que quieran salir puedan hacerlo de manera segura», dijo el jueves el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, al Wall Street Journal (WSJ). “Esto no es su culpa. Ellos no causaron esto. Y si quieren irse, se les debe permitir hacerlo”.
Palestinos de Gaza, sin destino claro
Lograr un corredor humanitario es un asunto “comprensiblemente complicado”, explicó el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que bien sabe que el presidente de Egipto, Abdelfatá Al Sisi, dijo hace poco que El Cairo no permitirá que la cuestión palestina se resuelva a costa de otros, que no va a desatender bajo ninguna circunstancia la seguridad nacional, y que no se desviará de su posición sobre el establecimiento de un Estado palestino.
Al poco de difundirse su mensaje, la embajadora israelí en Egipto, Amira Oron, afirmó que su país “no tiene intenciones en el Sinaí” ni “pidió a los palestinos que se trasladen allí”. El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, recalcó el miércoles que la atención debe centrarse en “proteger a los civiles” y que no quieren ver “un éxodo masivo de gazatíes”.
Lo que Estados Unidos está logrando, en realidad, es un salvataje para los suyos, unas 500 o 600 personas que están en Gaza. “No se discutió la idea de abrir Rafah a (todos) los civiles”, dijo un funcionario árabe al WSJ. «Estados Unidos sólo hablaba con nosotros sobre el paso seguro de los estadounidenses«, explicó.
Gaza está en una situación crítica: por el bloqueo israelí, el Programa Mundial de Alimentos advirtió que las tiendas en Gaza se quedarán sin alimentos en menos de una semana. Los hospitales de la franja corren el riesgo de convertirse en morgues masivas a medida que se quedan sin electricidad.
El corredor humanitario se abrirá tarde o temprano
Egipto no solo no quiere, sino que tampoco está en condiciones de recibir muchos refugiados: atraviesa una grave crisis económica, desde abril ya acogió a más de 300.000 refugiados de Sudán, y se encuentra a dos meses de celebrar elecciones presidenciales para revalidar a Al Sisi en medio de una creciente fatiga social.
Sin embargo, no parece haber otra opción: «Creo que el régimen se verá presionado públicamente para abrir el cruce y dejar entrar a los palestinos cuando el número de desplazados por el conflicto alcance un punto crítico, especialmente con el inminente colapso de los servicios de salud y servicios públicos en Gaza«, dijo al WSJ Ezzedine Choukri Fishere, un ex diplomático egipcio.
Por eso, la gobernación del Sinaí del Norte reunió el domingo a su gabinete de crisis para abordar la situación en Gaza, e instruyó sobre todo a las direcciones de sanidad, abastecimiento, educación y vivienda a prepararse para afrontar una eventual crisis.
En caso de que finalmente haya palestinos que crucen a Egipto, el plan de las autoridades es acogerlos en las dos primeras ciudades que hay después de Gaza, Rafah y Sheij Zuwayed, a un máximo de 14 kilómetros desde la Franja y sin llegar hasta la capital provincial de Al Arish, informaron fuentes oficiales al medio egipcio Mada Masr.
Por BAE Negocios