Se pudo confirmar la existencia de dos grupos de Telegram con 2.700 personas, una cifra comparable con la población de Villa Yacanto. Con nombre y apellido, así exponen la intimidad de sus parejas.
La consigna es sencilla y lo aclara apenas te unís: “Poner abajo nombre y provincia cuando suban contenido sino serán eliminados”. Así es como la mayoría de los miembros obedecen a “H”, el creador del canal. Los únicos mensajes diferentes son los que muestran el perfil de Instagram de alguna joven y piden material de ella. También aparecen algunos como “Mi cuñada Eve” mientras se adjunta una foto con su cara incluida.
Este es sólo un canal de los tantos otros que rondan en Córdoba y en el país. Hace unos meses, una joven tucumana expuso un grupo de esta misma aplicación que había compartido fotos de ella desnuda, sin su consentimiento. Eran imágenes que se había tomado para su pareja y éste las capturó y compartió en un grupo de más de 1.000 miembros.
CÓMO FUNCIONAN ESTOS GRUPOS DE DIFUSIÓN EN CÓRDOBA
Córdoba no se queda atrás. Hay grupos de este estilo con chicas únicamente de la provincia; uno de ellos es público y cualquiera puede acceder sólo sabiendo el nombre.
Se pudo confirmar la existencia de dos grupos con 2.700 personas, una cifra comparable con la población de Villa Yacanto u otros poblados del territorio.
El contenido es constante y los miembros se manejan con libertad, exponiendo con total impunidad a “su oferta” que es, nada más y nada menos, que una chica con nombre y apellido que no tiene conocimiento que esto está sucediendo.
Este submundo no sólo queda en una difusión de contenido entre los miles de miembros del grupo, sino que –en la vida real- estas jóvenes perciben las consecuencias: hombres desconocidos las buscan en redes sociales y les envían solicitudes. Algunas, notan que algo está pasando; otras, ni lo imaginan.
Este medio tomó contacto con “V”, una chica de 21 que sufrió la difusión de su imagen en uno de estos canales. Sólo nos dijo una frase: “Me di cuenta cuando empezaron a llegarme solicitudes de amistad de hombres, de a cantidad”.
Su perfil se mantiene en privado. La joven reconoció que su foto íntima fue compartida a “F”, un joven con el que salía y con quien tenía confianza. Conociendo las “tretas” que existen, decidió enviarle una foto en modo instantáneo. Aun así, su expareja grabó la pantalla y difundió su video, en donde “V” salía sin remera.
La joven recordó que la situación la alteró y tuvo que modificar su usuario de Instagram para que las solicitudes frenaran.
QUÉ HACER SI SOS VÍCTIMA: ¿LA JUSTICIA PUEDE PREVENIR LA CREACIÓN DE ESTOS GRUPOS?
Andrés Piazza, abogado y director del Instituto de Desarrollo Digital de Latam y el Caribe (IDD LAC), se refirió a este tipo de prácticas que se extienden a Whatsapp y otras plataformas. “Esta situación se podría enmarcar en la difusión de imagen no consentida y violación de la privacidad”, precisó el profesional, aunque también mencionó que es “difícil de definir en un grupo de mensajería”.
Si bien señaló que las víctimas pueden encarar una demanda civil contra quien expuso su imagen sin permiso, puntualizó que la prevención de esta práctica es casi imposible. “Una cosa es tener consentimiento judicial que garantice la apertura de ese contenido, donde debe existir una orden específica, y otra, es el ‘ciberpatrullaje’ que está muy cuestionado”.
Las aplicaciones de mensajería cuentan, en general, con un cifrado de extremo a extremo, tal es el caso de Whatsapp y Signal; Telegram, en tanto, no cuenta con esto. Sin embargo, la Justicia no puede acceder al contenido que se difunde en estas plataformas sin una orden determinada por algún proceso judicial.
Por lo que, la práctica de impedir que estos grupos continúen creándose y difundiendo imágenes de mujeres sin consentimiento es, actualmente, imposible. “La persecución de ciberdelincuentes rompe los cifrados. La Justicia, en cualquiera de sus herramientas de seguridad, no puede pedir un backdoor para que todo lo cifrado se devele, porque la comunicación privada es un derecho humano”, planteó Piazza.
Aun así, reconoció que estas prácticas “son un gran problema” y que el anonimato de quien ejerce esta difusión, muchas veces, complica a los investigadores. Aunque, Piazza reforzó: “La invasión a la privacidad es un delito. Esto puede tener una consecuencia económica a través de una demanda civil por daños y prejuicios, a los administradores del grupo”.
ONLYFANS Y DIFUSIÓN NO CONSENTIDA, QUÉ PASA CON ESTAS JÓVENES
El 80% del material compartido en este grupo de cordobeses es de mujeres que tienen cuentas en plataformas como OnlyFans, Cafecito, Tecito. Las aplicaciones permiten que el usuario suba contenido y cobre a quienes quieren acceder a ello.
¿Son legales? Sí. No existe legislación que impida esta venta de fotos y videos. Si bien el acceso es a quienes pagan suscripciones, el material suele ser guardado y luego, difundido en otras plataformas. Por ejemplo, en estos grupos de Telegram.
Al respecto, Piazza opinó: “OnlyFans tiene un mecanismo que democratiza lo que antes necesitaba un intermediario. Por lo general, hablamos de libertad. Es un modelo de negocios donde una persona comparte una imagen consentida a un grupo determinado”.
Sin embargo, señaló que esta venta debe responder a los principios legales de “discernimiento, intención y consentimiento”. Si no es así, existen vicios que pueden ser penados. Por lo que, las jóvenes que tienen OnlyFans y consideran que su privacidad ha sido vulnerada, también pueden acogerse en una demanda civil.
PUNTOS A TENER EN CUENTA PARA EVITAR LA IDENTIFICACIÓN
Si bien la difusión de fotos íntimas no debería practicarse sin consentimiento de las protagonistas, la modalidad existe. Por eso, compartimos algunos puntos a tener en cuenta para evitar que la persona que se fotografíe sea identificada:
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Tené presente que, cuando se viralizan imágenes en internet, aunque los sitios den de baja las publicaciones ofensivas, es imposible borrarlas de toda la red.
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Las historias subidas a Instagram pueden capturarse y compartirse sin tu consentimiento.
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Las imágenes que se envían por aplicaciones como Snapchat avisan cuando alguien realiza una captura.
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Se pueden capturar las imágenes de redes sociales o servicios de mensajería instantánea con otro celular o a través de la grabación de pantalla.
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Hablá con tu pareja sobre tomar –o no- imágenes en la intimidad. El consentimiento es clave de ambas partes.
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Si te vas a filmar o sacar una foto, evitá que en las imágenes o videos se vea tu cara o cualquier otro rasgo que permita identificarte. La difusión de fotos íntimas sin consentimiento es tan habitual que, algunas mujeres, editan la imagen y agregan el nombre del receptor por si este llega a difundirla.
La Nación cuenta con un portal que asiste a las víctimas de ciberdelitos, con el objetivo de que puedan hacer denuncias de manera sencilla. Otras alternativas son: presentarse en la Fiscalía más cercana al domicilio o presentar una denuncia en Ministerio Público Fiscal.
Además, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos recomienda que, si sos víctima de pornovenganza, tengas en cuenta lo siguiente:
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Guardar todas las pruebas que tengas: chats, correos electrónicos, capturas de pantalla y cualquier tipo de contenido que aporte información a los peritos informáticos para presentarlas en una fiscalía. Muchas veces, los casos de pornovenganza pueden terminar en sextorsión.
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Pedir que bajen el video o las fotos de cada uno de los sitios donde se publicaron. El artículo 16 de la ley 25.326 de Protección de Datos Personales establece que deben darlo de baja dentro de los 5 días hábiles a partir de tu denuncia.
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Buscar asesoramiento legal.
CONCEPTOS A TENER EN CUENTA: UN BREVE GLOSARIO DE CIBERSEGURIDAD
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Sexting: intercambio de contenido sexual propio, ya sean fotos o videos, a través de plataformas digitales como WhatsApp, Facebook, Instragram, correo electrónico u otras aplicaciones. El nombre viene de sex (sexo en inglés) y texting (enviar mensajes a través del teléfono celular). El sexting es ilegal cuando involucra a personas menores de edad (pornografía infantil), o entre personas adultas sin mediar consentimiento.
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Sextorsión: forma de chantaje en la que una persona amenaza a otra con difundir fotos o videos íntimos de contenido sexual.
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Pornovenganza: difusión no consentida de imágenes o videos íntimos en redes sociales, servicios de mensajería instantánea o cualquier tipo de medio social donde se comparte información. Lo realizan parejas, exparejas o personas que buscan vengarse luego de una ruptura o pelea. Está tipificado por el Código Penal.
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OnlyFans: servicio de suscripción de contenido, donde los creadores pueden obtener ingresos a partir de los usuarios suscritos a su perfil. La plataforma suele utilizarse para vender contenido sexual o erótico, sin mediar intermediarios.
Por: María Belén Altamira
Fuente: viapais.com.ar